
Fotografía de archivo del expresidente estadounidense Donald J. Trumptras sus declaraciones en un mitin de campaña en Greenbriar Farms en Chesapeake, Virginia, EE.UU., 28 de junio de 2024. Esta es la primera manifestación del expresidente Trump después del debate presidencial de anoche en Atlanta. EFE/Shawn Thew
Aunque es increíble que todavía haya indecisos con respecto a la elección presidencial de los EEUU, si usted es uno de ellos o conoce alguno con dudas, me atrevo a poner los siguientes puntos para su consideración.
Si usted pertenece al conglomerado de hispanos con la capacidad de votar el próximo 5 de noviembre, tenga en cuenta que su voto será quizás el más importante de su vida, dada la coyuntura en que se encuentra el país.
La decisión es simple: puede votar por el tiquete del partido demócrata para asegurar un nivel de decencia y de continuidad de la democracia; o puede elegir votar por su oponente y garantizar que su vida dará un vuelco para mal.
Es indiscutible que punto de contención más importante en las elecciones presidenciales del 2024 ha sido el tema migratorio. El candidato republicano lo ha usado de forma agresiva para demonizar a los inmigrantes hasta el colmo de deshumanizarlos, y despojarlos de todos sus derechos. Les cuento que cuando se habla de inmigrantes se habla de los HISPANOS y por antonomasia de los haitianos, caribeños, africanos, asiáticos y todos aquellos no blancos, considerados por un gran sector, “no aptos” para gozar de la ciudadanía americana. Pero, en primer lugar están los hispanos, sean estos de México, Guatemala, Honduras, Panamá, Colombia, Ecuador, Venezuela, Argentina, incluso, los cubanos, y a los puertorriqueños, aunque estos sean ciudadanos estadounidenses.
La principal promesa del candidato republicano, con la que atrae a miles de seguidores es la de que su primer mandato será deportar a 25 millones de inmigrantes. Esta promesa incluye el uso de la fuerza pública, el ejército y la policía, para ir de casa en casa a detener a los supuestos indocumentados que viven en EEUU. Parte de la promesa electoral incluye la creación de centros de detención (llámense guetos), donde aplicará la fuerza de la ley contra los detenidos con métodos de intimidación y de cohesión. Si recuerdan lo que alcanzó a hacer como presidente durante su mandato con la separación de familias y los centros donde permanecieron niños y bebés separados de sus padres, ¿se imaginan los que nos espera en un próximo mandato donde tendrá vía libre para ejecutar todas sus maldades gracias a la impunidad otorgada por La Corte Suprema de justicia?
<<¡Ah, pero es que eso no me aplica a mí!>>, dirá el concienzudo lector que posee sus papeles en orden y cuya preocupación mayor es el costo de la leche y las tazas de inflación. Permítame decirle que SÍ, lo incluye a usted, y a su familia y a todos aquellos que tienen un perfil latino, de tez mestiza, apellidos como Sánchez, Rodríguez, López, no importa si su inglés es perfecto, con acento o si no lo habla con fluídez. Si no está convencido/a, le ruego se tome el trabajo de leer el proyecto 2025 en toda su extensión y entienda que lo que nos espera no es un jardín de rosas. O si no, dígame, qué importa que baje el costo de la leche y de la gasolina, si usted o sus familiares y conocidos van a estar recluidos en “centros de detención”, privados de todos los derechos y en quién sabe qué condiciones.
A los que sufren de falta de memoria, les recuerdo que no hace sino cuatro años ya vivimos la pesadilla del caos, inestabilidad, mentiras, escándalos permanentes de una administración llena de corrupción, interferencias de otros gobiernos autocráticos, miedo permanente a un descalabro o un desatino, cuando el ahora candidato nos mostró de lo que es capaz, y sobre todo incapaz. Capaz de montar una insurrección por parte de una horda de seguidores ciegos manipulados por su retórica de odio y agresión; incapaz de gobernar y de cumplir la constitución y las leyes.
Por eso, hago un llamado a la cordura a aquellos hispanos que desean vivir en un país con oportunidades, y de cumplir el sueño de crecer y desarrollarse y lograr una estabilidad económica, que la opción en estas elecciones es solo una: votar por la candidata que ofrece integridad, honestidad, adhesión a la constitución y a las leyes, defensa de la democracia, y especialmente, un poco de decencia.